miércoles, 10 de junio de 2009

Bajos "con" y sin trastes

Una de las consideraciones primordiales a las que que tiene que hacer frente un constructor es si usar o no trastes en el diapasón. En un bajo con trastes, éstos dividen el diapasón en divisiones de semitono, como ocurre en la guitarra. El Precision Bass original disponía de 20 trastes, pero muchos bajos modernos disponen de 24 o incluso más. El bajo sin trastes, o "fretless", ofrece un sonido muy característico, pues la ausencia de trastes metálicos significa que la cuerda debe ser presionada directamente contra la madera del diapasón, como ocurre el en contrabajo. La vibración de así producida ofrece un sonido más dulce y cálido, y el bajo fretless permite ciertas técnicas de ejecución que no son posibles en un bajo eléctrico normal, como el "glissando continuo" o la afinación microtonoal. Algunos bajistas emplean ambos tipos de bajos, fretless y con trastes, en función del tipo de material a ejecutar, como el legendario bajista de sesión Pino Palladino, que ha trabajado con Eric Clapton o David Gilmour, y forma parte actualmente del trío de John Mayer. Aunqu se asocia normalmente el bajo fretless al jazz o al "jazz fusion", el bajo sin trastes es hoy usado por músicos en una amplia variedad de estilos, como el rock, la salsa o, incluso, el heavy metal.
El primer bajo "fretless" fue "construido" por Bill Wyman en 1961, cuando convirtió un bajo económico de fabricación japonesa a fretless arrancándole los trastes.[15] [16] El primer bajo fretless de serie fue el modelo AUB-1 de Ampeg, lanzado en 1966; Fender introduciría la version "fretless" de su Precision Bass en 1970.
A principios de la década de los '70 el bajista Jaco Pastorius creó su propio bajo "fretless" eliminando los trastes a un Jazz Bass del '62,[17] rellenando los huecos con masilla de madera y barnizando el diapasón con resina plástica epoxy.[18]
Algunos bajos "fretless" emplean marcadores como guías para facilitar la afinación; es frecuente el uso de cuerdas de nylon o planas ("flatwound") para no dañar el diapasón con el roce abrasivo continuo de las cuerdas. Algunos instrumentos fretless incorporan un barnizado con epoxy para incrementar la resistencia del acabado, realzar el "sustain" del instrumento y otorgarle un sonido más brillante. Aunque muchos bajos "fretless" disponen de cuatro cuerdas, podemos encontrar fácilmente bajos fretless de 5, 6 o incluso más
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